Efectivamente, hay muchos motivos para salir a entrenar: salud, diversión, relajación… Pero si el tuyo es perder peso, no vale con ponerte las zapatillas y comenzar a correr al tuntún. Para alcanzar tu objetivo (sin que se te vaya la vida en ello), es importante seguir un método y calcular las calorías que vas quemando en tus sesiones de running para compaginar tu alimentación… y sí, vas a tener que calcular. 😉
Cuántas calorías quemamos mientras corremos y por qué
En primer lugar, tienes que saber que la cantidad de calorías que vas a quemar en tus entrenamientos dependerá de muuuchos factores: tu peso, tu forma física, el terreno por el que corres, el tipo de entrenamiento que estás haciendo, la velocidad a la que corres… Así que vamos a ir punto por punto viendo qué podemos hacer para incrementar tu gasto energético en cada uno de ellos.
1. El peso
Aunque parezca mentira, a la misma velocidad (pongamos 8 km/h), una gazella de 55 kg quemará 7 calorías por minuto, mientras una de 82 kg quemará aproximadamente 11. Esto es debido a que las chicas de constitución más ligera tendrán que mover menos peso corporal al correr y les costará menos hacerlo… pero también quemarán un pelín menos. Así que, si quieres bajar de peso, tranquila, tu propio cuerpo te ayudará a quemar calorías poco a poco.
2. La velocidad
Un factor muy importante en el que sí que podemos influir, es la velocidad a la que corremos. Si pesas 55kg y duplicas la velocidad a la que corres, podrás quemar también el doble de calorías por minuto.
En esta tabla podrás buscar tu peso y tu velocidad para que te sea mucho más fácil hacer el cálculo de las calorías que quemas por minuto.
Si no sabes a qué velocidad media corres, y no tienes un reloj deportivo a mano, lo que puedes hacer es echar un vistazo en Google Maps a la distancia que has corrido (en km) y dividirla entre el tiempo que te ha llevado recorrer esa distancia (en horas). Et voilà!
3. El tipo de terreno
El siguiente elemento que nos puede hacer incrementar mucho nuestro gasto calórico, es el tipo de terreno por el que corremos. Por ejemplo, si corremos por un suelo muy blando, como la arena de la playa, tendremos que hacer mucho más esfuerzo y nuestro consumo energético aumentará. Y, si no tienes una playa a mano, la hierba también hará que tus pies se hundan un poco y, por tanto, aumentará las calorías que quemas. Elige los terrenos en los puedas meter más caña y acertarás.
Aunque subiendo cuestas vas a quemar energía rapidísimo, también te cansarás mucho antes
4. El tipo de entrenamiento
Ahora mismo debes estar diciendo “anda, pues corriendo por una cuesta seguro que quemaré más”. Y sí, las cuestas también son un método infalible para hacernos sudar y pueden hacer que quememos hasta el doble de calorías. Pero hay que tomárselas con calma, porque si nos ponemos a subir todas las cuestas que pillamos, podemos cansarnos muy rápido y hacer que nuestro entrenamiento acabe mucho antes de lo previsto.
Para evitar cansarnos muy pronto, lo mejor sin duda es intercalar correr y caminar. La fase de caminar, además de ayudarnos a recuperar un poco el aliento, también nos ayuda a quemar calorías si vamos a buen ritmo y, si todavía estamos en esa fase de no poder correr más de 5 minutos seguidos, nos ayudará a seguir con el entrenamiento mucho más tiempo sin agotarnos.
Otros consejos para quemar más calorías mientras corremos
Por último, algunos trucos extra para aumentar nuestro gasto energético durante el entrenamiento:
- Mueve los brazos al correr. Si los mueves con energía, podrás quemar hasta un 15% más de calorías, ya que estarás ejercitando los músculos de la parte superior del cuerpo
- Corre al aire libre. Correr en cinta tiene algunas ventajas, pero si sales al aire libre, tendrás que correr en contra del viento, lo que hará que aumentes el esfuerzo, evitando obstáculos y subiendo y bajando los pequeños desniveles que te encuentres.
- Ponte música. Si llevas una buena playlist que te motive, verás que es mucho más fácil mantener el ritmo de la carrera (y, por tanto, la velocidad que quieres mantener), ya que inconscientemente tus pasos se coordinarán con la canción que te hayas puesto.
Visto lo visto, tampoco es tan difícil quemar calorías mientras corremos, ¿verdad? Lo importante es que desarrolles tu propio método eligiendo un buen terreno para quemar más, teniendo en cuenta la velocidad a la que entrenas y añadiendo un par de movimientos que te ayudarán a acelerar el proceso.
Pero ojito, ¡no te vuelvas loca! Recuerda que debes seguir tu propio ritmo y que no debes forzar a tu cuerpo. Perder peso lleva su tiempo y, es mejor adquirir el hábito de correr poquito a poco, que quemarte intentando ser una atleta profesional de la noche a la mañana. ¡Mejor ir sin prisa, pero sin pausa!